Una de
las 10 mejores manos que un jugador de poker puede tener es AK (As y Rey). Pero aprovechar la ventaja que aporta
esta fuerte mano depende de tu habilidad y
de la situación que se presente. De igual forma, es importante que entiendas los
riesgos de usarla en el momento menos indicado.
No te
confíes por llevar AK (Big Slick). Conoce cómo y cuándo usarla, así como los
trucos para garantizar tu éxito con una mano de este potencial.
¿Cómo jugar con AK?
La Big
Slick puede tocarte más frecuentemente de lo que imaginas, por lo que si sabes usarla podrás ganar
fácilmente o retirarte sin
pérdidas en el momento oportuno.
La
eficacia de esta combinación está en jugarla con un número reducido de rivales;
si es uno o dos, mejor. Para lograrlo debes subir y resubir tus apuestas, así
desanimarás las manos más débiles. De no hacerlo, corres el riesgo de perder la
ventaja que te da esta mano y el bote por un bad beat.
Es
decir, debes ser agresivo
desde el principio (pre-flop)
mediante apuestas fuertes. Con ello, obligarás a tus oponentes a retirarse
antes del flop. Y al llegar al flop debes continuar con esta misma estrategia
así no hayas ligado nada, porque seguramente tus rivales tampoco hayan ligado y
tirarán sus cartas frente a tu apuesta.
Los riesgos de jugar con AK
Si bien
es cierto que tendrás una mano muy fuerte, no debes dejarte llevar al pensar
que tienes la mejor mano de la mesa. Debes ser cauteloso antes de usarla en
determinadas situaciones, especialmente en el flop.
Si
aparecen en el flop AQJ, KQJ o AJT, tu adversario puede fácilmente combinar
escalera, trío o doble pareja. Ante esto, apuesta con precaución y está atento
si no se retira. De no tirar las cartas, tu oponente puede poner en riesgo tu
mano porque cualquier par le gana a AK.
También
enfrentarás una situación complicada cuando en el flop tengas algún proyecto de
escalera o color. Debes subir tus apuestas sustancialmente para desalentar a tu
oponente a completar la combinación.
La posición con AK
Otro
factor que debes tener en cuenta al jugar con AK es la posición. En las
primeras posiciones tendrás que poner en práctica una estrategia distinta
frente a una tardía.
Jugando
entre las primeras posiciones, como UGT, por ejemplo, puedes comenzar subiendo
tu apuesta y espantando a los jugadores que tienen malas cartas. También puedes
hacer call y resubir o check and raises después, así das a entender que tu mano
es realmente fuerte.
Sin
embargo, las últimas posiciones, como Cutoff o Dealer, te darán información
sobre tus oponentes y las manos que llevan. Una subida de las apuestas te
indica que tus rivales tienen cartas fuertes, por lo que la cautela será tu
mejor amiga desde alguna de estas posiciones.
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